Buenas, como ya sabréis los que me seguís en las redes sociales, recientemente he quedado finalista en el certamen literario "Un jardín en mi ventana". ¿De qué trata con tan curioso nombre? De los bonsáis. Los bonsáis son algo más que una afición, son un bálsamo. Yo tengo uno y cuando estoy harto/saturado/hasta ... salgo al balcón, lo riego, le corto las movidas sobrantes... En ese momento, enfocado en esa obra de arte viva, me olvido de los problemas y problemáticos. Es algo que os recomiendo a todos. Cuando el confinamiento más nos maltrataba, para mi fue un salvavidas. A falta de airsoft, monte o un buen sparring, buenos son los bonsáis. 😊
LA MONTAÑA EN UNA MACETA
Tras un mal martes en el trabajo, llego a casa refunfuñando y maldiciendo. Tras besar a mi mujer e hijos, me cambio de ropa y voy directo al balcón.
-¿A dónde vas?-Pregunta mi esposa-
-A la montaña.
-¿Qué?
-Yo me entiendo, déjame 15 minutos para despejarme.
Mientras riego mis bonsáis y los arreglo, me voy olvidando de los clientes “especialitos” y del negrero de mi jefe. Poco a poco, con el aroma de la tierra mojada y los árboles, esas imágenes tan negativas van siendo sustituidas por recuerdos de las últimas sendas que he recorrido con Toki y mi familia.
Espero que os vaya todo bien, yo ya voy necesitando más bonsáis. Un abrazo y hasta la próxima entrada.
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