Un anónimo soldado de unos 40 años observa a sus verdugos. Le han entregado un cigarro y solicitado sus últimas palabras antes de fusilarlo.
Ya desaparecido el estruendo de la descarga de fusilería de los mercenarios de Wagner, aún resuenan las últimas palabras de ese anónimo héroe.
-¡Slava Ukaini! (Gloria a Ucrania)
El vídeo, difundido por sus asesinos, no ha conseguido el objetivo que buscaban. Lejos de amedrentar al pueblo ucraniano, sus simpatizantes y aliados, los ha alentado a seguir resistiendo para, algún día, expulsarlos de sus fronteras. Espero que también empuje al pueblo ruso a pelear por el bienestar que disfrutan en Europa.
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